Los gritos producidos por los animales en una granja peletera es algo difícil de olvidar. Es el estruendo que produce la locura y la desesperanza, el sonido del horror ante la muerte.
Cuando el valor de un animal se mide por el gramaje de su piel, poco importa a sus criadores el sufrimiento o la injusticia. Poco importa la frustración ante una vida en reclusión en un ambiente demencial.
Las alternativas al uso de piel están hoy en día al alcance de cualquiera: algodón, licra, pieles o tejidos sintéticos y otros tejidos vegetales están a nuestra disposición en las tiendas.
Millones de animales en todo el mundo necesitan que expongamos su terrible situación. La labor de es comunicar a la sociedad que cuando hablamos de pieles, hablamos de un asunto de vida o muerte.
Las alternativas al uso de piel están hoy en día al alcance de cualquiera: algodón, licra, pieles o tejidos sintéticos y otros tejidos vegetales están a nuestra disposición en las tiendas.
Millones de animales en todo el mundo necesitan que expongamos su terrible situación. La labor de es comunicar a la sociedad que cuando hablamos de pieles, hablamos de un asunto de vida o muerte.
*Fuente: Asociación Europea de Productores de Piel
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